jueves, 1 de mayo de 2008

Encuentros cercanos con un visitante del espacio exterior


Una vez traté de llegar, pero no se pudo….faltó apoyo.
Pero la segunda vez llegamos varios. Esta es la cronología de la expedición al Cráter del Meteorito de Monturaqui! (23º55’S, 68º15’O)

Mayo 1991, Instituto de Geografía UC
Clase de Geomorfología Estructural
Primer encuentro: Similitudes de cráteres volcánicos y cráteres meteóricos. Lectura obligada: Sánchez, J. & W. Cassidy, W., 1966. A Previously Undescribed Meteorite Crater in Chile. In: Journal of Geophysical Research, Vol. 71 Nº 20, p.4891-4895.

Enero 1995, Antofagasta
Faltó apoyo.

De 1997, La Reina Alto
Reunión con Don Joaquín Sánchez
Fuente obligada de conocimientos y un millar de historias, don Joaquín conocía a muchos geógrafos. La expedición con William, en el año 1965, se gestó a partir de un proyecto de cooperación con el Observatorio de Lamont, logrando visitar el cráter, su área circundante, realizar experimentos de campo y por supuesto obtener valiosas muestras.

Julio 1998, Cráter del Meteorito de Monturaqui
Localizado en el desierto extremo, unos 100 km al sur de San Pedro de Atacama, llegamos un número de 25 personas: físicos, geógrafos, astrónomos, químicos y una estudiante de jardín infantil, cada uno con su particular ojo profesional, interesados en un mismo objeto de estudio.

Llegar es difícil, se necesitan 4WD, GPS, cartografía, y bastante agua. Los contrastes térmicos son muy exagerados: el día es muy caluroso y la noche muy fría, los 3.000 m de altitud aquí se sienten. A pesar de ello, se encuentran muy aisladamente pequeñas plantas, rastros de roedores y fauna mayor que visita sigilosamente de noche buscando alimentos…

El cráter es casi perfectamente circular, tiene unos 370 m de ancho medio y una profundidad de unos 30 m. De tamaño medio, si se lo compara con estructuras mayores existentes en otros lugares del mundo, tiene la ventaja de localizarse en un medio en extremo árido, que ha permitido conservar la mayor parte de las formas, seguramente desde el momento mismo de su formación, probablemente en el Terciario superior.

Allí ocurrieron muchas historias, de hecho llegar ya es una historia: la bolsa amarilla, el túnel al centro del cráter, la libreta azul, contando estrellas, un ovni!, el lobo… Un buen amigo incluyó varias de ellas…
El visitante llegó para quedarse, jamás regresó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta como cuentas tus experiencias del modo en que tu lo conoces me entretiene mucho tu aventuras este comentario va para todos tus articulos pero este es el que mas me gusto junto con el de problemas con el agua .
Sigue con tus escritos por siempre ....

Hermann Manríquez dijo...

Gracias amigo/a por tus palabras... es mi deseo continuar, y retomar la pluma que dejé guardada en un cajón por tantos años...